domingo, 17 de mayo de 2015

EL BAÚL DE LOS RECUERDOS -Vol.4/8 -Varios

Parque de Berrío en 193... Edificio Olano, Edificio Hernández, Edificio Echavarría y Edificio Constaín

Autor: Manuel Lalinde

© Biblioteca Pública Piloto de Medellín para América Latina.


1. PRINCESITA.-Miguel Fleta
2. A LA LUZ DE LA LUNA. Tito Schipa
3. TRISTE Y LEJANO. José Moriche
4. BESOS Y CEREZAS. Juan Pulido
5. JURAME. José Mojica.
6. MUERTOS QUE LLORAN. Carlos Mejía
7. VENENOSA. Carlos Mejía
8. RIVAL. Luis Álvarez
9. AMOR QUE SE VA. Luis Álvarez
10. EL BOTECITO. Tito Guizar
11. OJOS TAPATIOS.-Jorge Negrete

12. LOS CISNES.-Ramón Carrasco




PRINCESITA


MUERTOS QUE LLORAN


AMOR QUE SE VA


Miguel Fleta, tenor falangista

Miguel Burro Fleta nació en Albalate de Cinca, Huesca, el 1 de diciembre de 1897. Hijo de Vicente Burro Gayán y de María Fleta Esparraguerri. Fue el pequeño de una familia de catorce hijos. El padre fue Tesorero del Ayuntamiento durante la I República. Sus primeros pasos musicales fueron en la rondalla de su pueblo, y su primera instrucción musical estuvo a cargo de su padre y de Lázaro Uriol.

   En septiembre de 1917 destacó en un concurso de Jota celebrado en Villanueva de Gállego, Zaragoza. Decidida su vocación musical, pasó al Conservatorio Isabel II de Barcelona. En la misma ciudad estudió Repertorio con la profesora belga Louise Pierrick, que luego sería su compañera, además de mentora y guía.


   En los años siguientes continuó su formación en Barcelona y, más tarde, en Milán. En Milán preparó su debut, que se produjo en 1919, en Trieste, con la ópera Francesca da Rimini, de Zandonai, un compositor italiano contemporáneo. En 1923 hizo su debut en el Metropolitan de Nueva York. Durante los años 20 se sucedieron sus giras por todo el mundo, llegando hasta China y América del Sur. Frecuentó los coliseos de las principales naciones europeas.

   Su voz excepcional de tenor cubría desde el barítono hasta el tenor y estaba dotada de un prodigioso «aire». Esto le facultaba un fraseo prodigioso y una messa di voce que hacía de él un tenor con exquisito sentido de la cantilena. Su repertorio se adaptaba perfectamente a su escuela lírica: básicamente la gran escuela italiana, Verdi (Aida, Rigoletto), Donizetti (La favorita), los veristas Leoncavallo (I pagliacci) y Puccini (Tosca, Turandot).

   Un importante hito en su carrera lo constituyó su participación en el estreno póstumo de Turandot, en 1926, en la Scala de Milán, bajo la dirección de Arturo Toscanini. De sus múltiples creaciones se podrían destacar su Radamés de la ópera Aida y su Don José de Carmen, de Bizet. Intervino, asimismo, en algunas películas.


  Tuvo siempre una preocupación enorme por el futuro del arte lírico en España y por la formación de los cantantes. Fue un activo militante de la Falange de la primera hora, en la que se alistó por influencia del propio José Antonio. Apoyó el Alzamiento Nacional del 18 de julio activamente y al Bando Nacional durante la Cruzada y se le llegó a llamar “el tenor del franquismo”.

   Popularizó, con su voz, una extraordinaria versión del himno “Cara al Sol”. Fue uno de los que llevó a hombros el féretro de Miguel de Unamuno, en el entierro falangista que tuvo. Padre de las hermanas Fleta Mirat, Elia y Paloma, cantantes a dúo de música ligera y jazz entre los años 1950 y 1970. Falleció en La Coruña el 28 de mayo de 1938.

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